Es una de las vías más transitadas del norte de Guayaquil. La avenida Francisco de Orellana congrega decenas de empresas, ciudadelas, hoteles, locales y centros comerciales, que dinamizan este punto de la urbe.

El trajín comercial del que era parte esta avenida a diario fue mermado por la pandemia de COVID-19. Locales cerraron, las empresas enviaron a sus trabajadores a laborar desde casa, y los comerciantes informales tampoco salieron. Paulatinamente, este ritmo comercial ha ido ajustándose a la nueva normalidad.

Según el arquitecto Javier Castillo, esta avenida nace a finales de la década del 80 del siglo pasado, con el crecimiento de Guayaquil y su extensión, con ciudadelas en el norte.

Publicidad

En esa época, en su intersección con la avenida Carlos Luis Plaza Dañín, recordó, estaba ubicada la Sociedad Filantrópica del Guayas, en el sitio donde hoy está situado el centro comercial San Marino.

Expresó que el auge de la avenida Orellana, como zona empresarial y de comercio, se desarrolló a mediados de la década del 90, con la edificación de bancos y compañías.

“Por la crisis bancaria del 99 se detuvo esa expansión, aunque ya estaban posicionadas varias empresas ahí”, expresó.

Publicidad

En el año 2002, la avenida Orellana fue ampliada en el tramo que va desde la av. Agustín Freire hasta la vía Perimetral.

Según Castillo, ese tramo fue concebido como una vía rápida. “Pero como las avenidas atraen población, se fueron asentando más urbanizaciones y, por ende, negocios en el sitio”, refirió el arquitecto.

Publicidad

A lo largo del parterre central de ese tramo se pueden evidenciar especies de árboles como lluvia de oro, que florecen entre noviembre y enero, ofreciendo un agradable escenario a transeúntes y conductores.

En la avenida Francisco de Orellana están apostados centros comerciales como Riocentro Norte o plaza Orellana, hoteles como el Marriott o Hilton Colón, el parque Samanes.

Sobre esta avenida está situado el Gobierno Zonal, que en octubre del 2019 acogió al Gobierno cuando cambió su sede a Guayaquil, por las manifestaciones sociales que se vivieron varias semanas.

La avenida se extiende por casi trece kilómetros en el norte de Guayaquil. Foto: Ronald Cedeño/EL UNIVERSO.

Publicidad

Ciudadelas como Kennedy Norte, Ietel, Samanes, Mucho Lote están apostadas sobre esta importante avenida norteña, cuyo nombre fue acogido en honor del español Francisco de Orellana, participante en el proceso fundacional de Guayaquil, que el próximo sábado conmemora 485 años.

Pedro Carbo, vía céntrica en homenaje a ilustre guayaquileño

Orellana nació en Trujillo, región de Extremadura, por el año 1511, refiere la Enciclopedia del Ecuador de Efrén Avilés Pino. En 1529 llegó al continente americano para su conquista con Francisco Pizarro.

En 1535, Orellana participó en la fundación de la ciudad de los Reyes de Lima. Dos años después es nombrado capitán general y enviado por Pizarro a la tierra de los huancavilcas para pacificar esa zona por los constantes ataques. El 25 de julio de ese año logró asentar la ciudad junto al Cerrito Verde o de La Culata (hoy Santa Ana), por lo que fue nombrado gobernador de la provincia.

Uno de los hechos que han marcado la historia de Orellana es el descubrimiento del río Amazonas, en el año 1542.

Actualmente, un icónico barrio del centro de Guayaquil lleva el nombre de este conquistador español, así como un colegio en el sur de la urbe.

En la plaza Colón, en las faldas del cerro Santa Ana, reposa un busto de bronce en honor a Orellana. Esta escultura fue creada en 1929 por la quiteña Rosario Villagómez y ubicada en su inauguración en las calles Rocafuerte y Orellana (hoy Luzarraga), centro. (I)