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Atentado Londres

Un atentado en el Metro de Londres con "cubo bomba" causa al menos 29 heridos

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Un atentado en el Metro de Londres con 'cubo bomba' causa al menos 22 heridos REUTERS

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El espectro de los atentados del 7 de julio del 2005 ha vuelto a planear sobre del metro de Londres. Un artefacto casero, contenido en un cubo de plástico blanco, ha hecho explosión a las 8,20 de la mañana del viernes en un tren que llegaba en esos momentos a la estación de Parsons Green, en la Distric Line. Una auténtica "bola de fuego", según varios testigos, ha salido del último vagón en cuanto se abrieron las puertas y provocó una estampida.

Veintinueve personas, incluido un niños de diez años, han resultado heridas y han sido atentadas por quemaduras y por contusiones causas por la caótica huida. Scotland Yard ha calificado a los pocos minutos la explosión como "acto terrorista" y ha advertido de que la tragedia podría haber sido mucho mayor si el artefacto llega a estallar tal y como estaba planeado.

La policía londinense se ha lanzado acto seguido a la caza y captura del "terrorista del cubo", que pudo haber sido grabado por circuito cerrado entrando o saliendo de la estación. Varios viajeros han asegurado que el sospechoso llegó a ser visto en plena huida y señalado a los gritos de "¡Hay un hombre! ¡Hay un hombre!".

El Estado Islámico, a través de la agencia de noticias Amaq, ha reivindicado el ataque la tarde del viernes. Tras la reivindicación del IS, Theresa May ha anunciado que el Reino Unido aumenta el nivel de alerta terrorista de grave a "crítico", el nivel más alto nivel de amenaza que implicará más presencia militar en lugares públicos. Además, el grupo terrorista ha amenazado en el comunicado con nuevos ataques en Londres en las próximas horas.

El alcalde de Londres, Sadiq Khan, ha confirmado que la "caza humana" estaba en marcha en la ciudad, mientras la policía ha advertido de que podría haber un segundo explosivo. Theresa May ha convocado un gabinete de emergencia "Cobra", mientras la conmoción se instalaba entre los millones de pasajeros del metro londinense, con la memoria aún reciente de los atentados terroristas en el Puente de Londres y en Westminster, y el recuerdo lejano de los 56 muertos y 700 heridos causados por las cuatro explosiones en el metro y en un autobús hace 12 años.

"¡Temíamos que el tren saltara por los aires!", ha declarado a la BBC Peter Crowley, que viajaba en el vagón del metro donde ha ocurrido la explosión "parcial". "Sentí el fuego en la cabeza y salí corriendo y temiendo lo peor", ha asegurado diestras mostraba las quemaduras aún recientes en la frente. "Lo mío es leve, pero hubo mucha gente que corrió peor suerte que yo, casi todos con cortes y heridas en la cara".

Luke Walmsley, que ha grabado las escena en vídeo, ha visto al menos una veintena de pasajeros ensangrentados y atendidos a la salida del metro mientras llegaban las ambulancias: "Había una mujer con las dos piernas en carne viva y un niño de unos diez años entre los heridos".

Otro testigo, Sham Skakil, ha narrado cómo vio gente literalmente aplastada por la estampida mientras intentaban salir de la vieja estación. Chris Wildish, que viajaba también en el metro accidentado, fue de los que tuvo la sangre fría de mirar hacia atrás y fotografiar con su móvil el artefacto casero... "Era un cubo blanco, de los que usan en la construcción, metido dentro de una bolsa de los supermercados Lidl. Las llamas aún salían de allí y había cables colgando. Lo habían dejando junto a una de las puertas del último vagón".

James Hurrington, que trabaja en una tienda de 24 horas cerca de la estación, ha visto pasar la estampida de gente delante de sus narices: "No dejaba de salir gente de la boca del metro, y todos corriendo como la vida les fuera en ello y diciendo que había estallado una bomba. Yo cerré la tienda y me uní a ellos hasta que pasó el peligro".

La policía ha acordonado un área de más de 100 metros en torno a la estación de Parsons Green, a tiro de piedra del estadio de Chelsea, flanqueada durante gran parte del día por decenas de coches de bomberos, ambulancias y policías. Aunque la estación no ha sufrido grandes daños, Scotland Yard ha ordenado el cierre del tramo final hacia Wimbledon mientras dura la investigación.

El resto de la District line, la línea verde que discurre paralela al Támesis antes de enfilar hacia el suroeste de Londres, ha seguido funcionando con normalidad, al igual que el resto de las líneas de metro. Una sensación de extraña normalidad y de relativo alivio se ha ido instalando en la capital británica a lo largo de una nueva mañana marcada por la tragedia que pudo ser. Ocho heridos han sido dados de alta a las pocas horas en el hospital St. Mary de Paddington.

El subcomisario de Scotland Yard Mark Rowley ha confirmado que la unidad antiterrorista SO15 se ha hecho cargo de la invsetigación. Rowley calificó el cubo-bomba como una "aparato explosivo improvisado" (IED, por sus siglas en inglés) y ha advertido de que los expertos lo consideraban "viable" y con notable capacidad destructiva, pese a su apariencia tosca. Un circuito impreso fue encontrado junto al cubo.

Los expertos antiterroristas han examinado entre tanto las grabaciones de las cámaras de circuito cerrado e interrogaron a decenas de testigos para intentar identificar al terrorista. Varios medios han asegurado que el sospechoso había sido ya indentificado, aunque de momento no hay confirmación oficial.

Scotland Yard se ha sumado a las críticas de la 'premier' Theresa May y ha calificado la información difundida sobre la supuesta identificación del terrorista por el presidente Trump en su cuenta de "twitter" como "pura especulación". La policía no ha revelado más detalles de la investigación y ni siquiera ha ofrecido indicios de dónde se está efectuando la búsqueda, ni de cómo el autor pudo huir de la estación.

Tras la reunión del gabinete de emergencia "Cobra", Theresa May ha confirmado que la alerta antiterrorista seguía en el segundo máximo nivel: "riesgo grave". May ha condenado el "ataque cobarde" y ha recalcado cómo el cubo-bomba había sido "claramente concebido para causar un daño significativo".

"La policía y los servicios de seguridad están obviamente haciendo todo lo posible para descubrir todas la circunstancias", ha agregado May, que ha agradecido todas las muestras de apoyo expresadas por los líderes europeos, de la canciller Angela Merkel ("Nuestros pensamientos están con los heridos y con la población británica") al presidente del Gobiero Mariano Rajoy: "Quiero expresar la solidaridad de España al pueblo británico y a sus autoridades. Esperamos una rápida recuperación de los heridos".

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